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A lo largo de este semestre, al estudiar contabilidad, he comprendido que no se trata solo de registrar números, sino de entender el funcionamiento financiero de una empresa y cómo tomar decisiones acertadas basadas en esa información.

Desde el principio, aprendí que la contaduría es una disciplina que permite analizar y comunicar la situación económica de una entidad. Conceptos como la partida doble y las reglas de cargo y abono me enseñaron que cada transacción afecta al menos dos cuentas, manteniendo un equilibrio que refleja la realidad financiera de la empresa. El uso de catálogos de cuentas y guías contabilizadoras facilita el registro ordenado de las operaciones, y los libros de diario y mayor son herramientas esenciales para llevar un control cronológico y detallado de las actividades financieras.

Al avanzar en el curso, comprendí la importancia de los estados financieros. El balance general, por ejemplo, muestra los activos, pasivos y el capital de la empresa, ofreciendo una visión clara de su situación financiera en un momento determinado. El estado de resultados integral refleja el desempeño de la empresa durante un periodo, mostrando ingresos, costos y gastos. Estos documentos son fundamentales para evaluar la rentabilidad y la salud financiera de una organización. Además, aprendí sobre los postulados básicos, como la entidad económica y el negocio en marcha, que son principios que sustentan la elaboración de la información financiera.

En la última parte del semestre, exploramos estados financieros más específicos, como el estado de cambios en el capital contable y el estado de flujos de efectivo. Estos informes proporcionan información detallada sobre las variaciones en el patrimonio y los movimientos de efectivo, respectivamente, lo cual es crucial para entender la liquidez y la capacidad de financiamiento de la empresa. Las notas a los estados financieros también son esenciales, ya que ofrecen explicaciones adicionales que ayudan a interpretar correctamente la información presentada.

En resumen, este semestre me ha permitido apreciar la contabilidad como una herramienta vital para la toma de decisiones en cualquier organización. He aprendido que una contabilidad bien llevada no solo cumple con obligaciones legales, sino que también proporciona información valiosa para planificar, controlar y dirigir una empresa hacia el éxito.

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